31/5/09

Un cuento largo

El halo de la noche era pesado, pero habia quien se lo aguantara, siempre lo hay. Estaba sentado esperando respuestas que nunca me llegaron en las semanas que soñaba conmigo mismo. Del cielo caian frases crueles, y de la tierra brotaba rechazo. Ya habia ganado, logré dejar el mundo de los vivos a merced de tiranos de mente, y me someti al suicidio de la soledad. No habia en ese momento, en esa noche que parecia ser un campo iluminado de soles rojos, algo mas que odio en cada uno de mis respiros. El mundo era muy grande para mi, y mis pretensiones muy grandes para ambos. La tensión comprendia calma en mi corazon cercenado, y todavia estaba ella susurrando paz a mis oidos. Que idiota fué siempre! Claro! ... si ya no tenia siquiera un drama por el cual interceder, era por eso que la pasaba alimentando el mío, con ignorancia y sinceras sonrisas, que me hacian perder el sentido de crueldad, y sentirme vivo, cuando lo estaba...

Ya cae de nuevo el velo blanco sobre todos nosotros, ya es hora de dormir de nuevo, malditos somos mis recuerdos, mis compañeros y yo; por aliviar mi dolor con caricias que no existen, con abrazos efímeros y espigas bañadas en veneno. Pero aun asi, soñar en sueños es mas facil que despertar estando despierto. Ya no estoy ciego.

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