18/5/09

Un cuento largo

El mediodia estaba nublado, y podia oir el resonar de las gotas en mi pecho. A lo lejos del camino charcas y un poco de barro en mis botas. La sangre perdia color. Podria ella estar tan lejos ahora? estaba muerta. Llegaron a buscar cuerpos, pero no me encontraron. Inutiles. Despues de fingir un poco, me levante y fui lento hacia la cruz que estaba al final del todo en el que estaba. Me arrodille, hice lo que cualquier otro idólatra; y pase aquel convento, marcado de rosas con espinas, arrastrado, como me tenia el momento. Si el designio divino se habia empeñado en romper el hielo entre el hastio y la calma, no era suficiente con bombear poco mas que sangre para un corazon. Escupi cuanto pude aquel "maldito suelo sagrado"; y pude caminar a medias. Utilice la sorprendente habilidad para partir y no mirar atras, con la vista de cada colgajo de la pared, y de cada par de ojos de ceramica sobre mi. No sabia si estaba ridiculizado, o reconocian por un momento el derecho que tenia a hacer por una vez lo que siempre quice.
Ahora lo unico que estaba conmigo en el armagedon era la egoista capacidad de pensar como pienso, y un poco de orgullo rotulando inciertas imagenes de una persona muerta. Fui maldito. No sabia si el camino era ancho y corto; o largo y angosto.

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