24/6/09


¿De dónde viene tanto alboroto? La catedral está llena de pasajeros del tiempo que dicen haber visto la más hermosa luz en la cima. Si, en el cruce de las cornisas. Donde estoy sentado sin ser notado, viendo cada uno de los movimientos. No sé cómo son capaces de caminar sobre la falsa sangre que empapa el suelo donde antes se sentaba un viejo a dar de comer a las palomas. ¡Pero qué rabia me da! ... Intentando redimir el silbido de la noche en una tarde, como si fuera posible donar tanto ego e idolatría, y brindarse fuera de los condominios de las confidencias que forjaron sus días de antaño. Los monjes están alarmados porque ya no cabe un alma más. El sonido del silencio corrompe el fúnebre e hipócrita canto de las aves que revolotean sin rumbo, en círculos, sobre aquel sitio. La catedral está llena de cuervos. ¿Serán videntes ellos? ¿Podrán descartar lo que yo no puedo? Pues, me quedaría entonces pensar que se me escapa lo obvio. No. Definitivamente debe ser algo más. Algo que no está en los libros, o que pueda simplemente balbucear como lo hago mientras hablo a solas. La línea que antes solía marcar la frontera entre delirio e ilusión no es más que un picaporte gigantesco, grotesco a ojos de la multitud que quiere cruzar apostando la cordura como muestra de confianza plena en su bienestar. ¿Yo? No puedo permanecer imparcial, pero me agrada la idea de estar a la expectativa de las idioteces de la coincidencia. A lo lejos puedo ver las miradas sin dirección, sin ambiciones, de cada uno de los cuerpos lisiados de razón que esperan la dirección de un juez tras una cabina de madera. ¡Qué incómodo es admirarse por tal desfile! Pero inevitable es. Inevitable fue, y por lo visto será. Recuerdo cuando aún era posible caminarse por las calles, encontrarse a uno que otro niño tirado esperando el atardecer, observar a la gente hacer cosas normales, jugar dominó, beber… Pero la percepción me traicionó por mucho tiempo. Ella, que estaba aquel día tan solo observando a lo lejos, pudo convencerme de perder el gusto de oír con disgusto sus palabras. Ahora es uno de los más placenteros recuerdos de la vieja realidad. En realidad, no espero estar sentado toda la noche bajo los cuervos. Ya me voy cansando de tanto alboroto. Ese alboroto que no es más que una blasfemia contra la soledad. No es algo que vea en noticias, diarios, revistas. No está plasmado en papel, ni es algo ante lo cual sentir indiferencia. No es nemotecnia ni polimorfismo… Es una campana que intenta escucharse tan lejos sonar para avisarme, mientras busco una maldita razón del porqué, que comienza una masacre, pero nadie escucha porque los cuervos que esperan los cadáveres ahogan el sonido de las exequias. Algún tonto pensamiento me consuela con el caer de los cuervos por la sangre fresca, dejando relucir el cielo despejado, y la luna roja de los sueños que me trajeron al techo de la catedral de los muertos. Su voz vuelve a reclamarme por cada uno de ellos, y sigue siendo placentera como en la vieja realidad.

18/6/09

Hasta donde se pudo

"Lo obvio del cuento se perdio en el momento en que ya no hubo quien supo interpretarnos que la voluntad predomina sobre la existencia, y tan solo quedamos tu y yo aquí hablando en letras pixeladas basura y doloroso placer... solos, obvio. Consuélenos la nostalgia entonces, denos ella la energia que requerimos pa' sobrepasar cualquier mamada con la que nos sale el resentido mundo, que sigue siendo mas grande que cualquier cosa que haya visto, porque aun no lo he visto completamente. Seamos una lampara que alumbra en un cuarto a aquel joven escribiendo de puño letras con sangre. Seamos deliberadamente presas del deseo de una mente mas, aislada y noqueada por la ambicion de ser escuchada por fantasmas cuidanderos de la soledad. Contemos, cual juego, los infortunios de un loco encerrado a prueba en un pasillo infinito. Digamos alzando la voz cuanto vino queremos hoy, asi sabremos quien puede gritar mas... quien puede derramar mas lagrimas. Vayamos por una margarita, pa' recordarle que siempre hay un minuto mas. Revisemos rincon por rincon pa' ver si encontramos indicios de una notas musicales que solian repetirse en su mente. Las cosas se hacen tan fáciles cuando no hay susurros merodeando, no alrededor de él, sino alrededor de nosotros, porque somos nosotros los que sufrimos con eso.
Seamos tan solo oidos para un mudo, que de lo demás alguien se encarga..."

17/6/09



Destazado. Así lo encontraron alguna vez en el monte, con una imitacion de sonrisa en el rostro. Nadie entendio alguna vez aquel gesto. Preguntaron a sabios, maestros, investigadores, y en los peores casos a politicos, y no supieron nunca. Hasta hoy se lo que significa. Aquel rollo de recuerdos como pelicula, escena tras escena, viendo morir a alguien a quien nunca tuve el chance de conocer, alimentando aquel tragico final tan solo con las palabras de la gente chismosa, tenia en esencia un rastro de verdad y serenidad. Lo amordazaron, le hicieron ver que estaba a punto de morir, y le dieron explicaciones innecesarias, mientras evadian su habla, mientras dejaban escapar la piedad y la segunda oportunidad que alguien merece. Bueno!, talvez era ya la 4ta o 5ta, quien sabe. Era hasta hoy que caminaba sin saber como un corazon roto, un asesinato, y una sonrisa en un muerto resume lo racionales que somos todos.

10/6/09

Lamentos de la soledad

Un día cualquiera nació el deseo de podar todo el “yerbero” que había crecido. “Inútil cuando crece más rápido que lo que lo cortas” le gritaba desde la nada una melodiosa voz, apenas reconocible. El deseo de desplantar del trono al caos que reinaba aquel orden entonces, fue la más sencilla de las razones para volver a ese quisquilloso niño un desquiciado prisionero de un rencor endulzado por el tiempo, y fanático seguidor de la soledad, que a menudo se vanagloriaba burlándose insensatamente de la felicidad a medias. Un día cualquiera nació la idea de romper con la monotonía de cada sol. ¡Cuánta miseria contaban los inexistentes ángeles! Tan solo consiguió ser monitor de un día tras otro, viendo como un rollo de película su vida en grises, consagrando su corazón a su amada religión. Con el pasar de tantas lagrimas resecas de ausencia, se fue dañando su pesado corazoncito, que a duras penas servía de soporte para mantener la puerta de la casa de madera contra el viento. Tal cual fue usado aquel montón de carne, haciéndole la vida difícil al viento cada tarde, a la misma hora, en el mismo desolado bosque, donde a menudo iban a parar lamentos desplazados por Dios. Un día cualquiera, fundió con el sol y la luna palabras que, sin necesidad aparente, se iban plasmando letra a letra en un papel, regocijando el sin-sentido de las escrituras, siendo muy entendido por el sueño y la vigilia, verdugos de su falsa Diosa. Guardo en un sobre el papel, y retrasó su entrega mientras pudo. Hablaba a menudo disociado de sí, con sus múltiples “yo”, intencionado de encontrar el motivo de sus burlas, de sus ausentes lagrimas, de su falta de sentido y, aun así, de la insistencia del viento cada tarde. Así perdió de a poco los frenos, y fue cobrando resignación. Tan fácil era respirar desconectado del mundo en “días cualquieras”, sin medida ni miedos. Y fue así en un día cualquiera, que envió su sobre y sus papeles a las líneas del olvido, y; corrupto de cansancio, elevo gritos al nocturno paisaje hasta que tuvo energías para sentarse a reafirmar su condición de prisionero del amor, Satán de la simpleza humana. Esa tarde Dios le premio con el viento cerrando su puerta, y un cruel abrazo que dejo a un lado a la pobre soledad, sin fanáticos, sin súbditos para probar su existencia.

7/6/09

Rio en gotas

Respira. "Adentrate"a los mas silenciosos rincones de esta villa. Dale razones a los milagros para creer que existen. Grita sangre y llora maldad, no hagas lo contrario. No seas martir para cuerpos sin mente, que caminan por menores razones que alzarse contra la inercia de las nubes de estos ultimos dias. Escucha. No seas candente, porque ya lo es mas que tu el sol. No seas dulce, porque ya la miel lo es. Dagas hay para ser cortantes, y vino basta para hacer las palabras amargas. Observa. Cada una de estas lineas te son intrinsecas. Cada una de las olas de este mar te obedecen. No trates de elevarte tanto, no trates de englobar con un abrazo el universo entero, si ya tienes el mio. No mezcles la luz de una vela con la oscuridad de un pasillo abierto al mundo...
Rie, relata, calla, camina... a la rosa buscale el rojo, no las espinas. Canta dia y noche sin interes alguno, mientras yo imagino un beso. Porque, soy yo el que discute con Wilde, mientras escribo, balbuceando el amor como un acto mas grande que bailar... contradiciendo conclusiones.