6/4/09

Calma en la tormenta

Mira las sonrisas cayendo en partes. Mira el intento de luces del callejon próximo. Aún así, no llego a entender porqué.
Me lleva poco a poco, en rastras, al pasillo infinito cercado por dos edificios. De todo lo que algún vendaval de agosto se lleve, ojala lo primero sea lo seco de mis entrañas y lo insípido de mi boca; talvez la frialdad de la expresión de mis adentros. Que ahogue los ladridos de los perros, y me deje a flote despues de tanta neblina.
Ojalá se vayan mi maldad y soledad, ojalá el agua corra en mí tanto que lave mis ojos. Tanto que deje el paisaje cristalino. Que nunca deje de ganar esperanza, y de perder fracaso. Que llueva siempre...
Y que estén sus miradas sobre mí, llevandose lo inescrutable de mi expresión, y mi pasado.
Seguramente asi dejaré de inventar sonrisas.

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