30/3/09

Almacen de palabras

Caminar me obliga a darme cuenta de muchas cosas. Ver pasar a la gente tan despacio, y sin embargo ellos me ven de prisa. Se dan un lujo tremendo de hacer pasar muchos detalles como si no fueran suficientes para despertarles, desapercibidos. En una esquina o dos, hay algunos mirando a sus adentros, buscando la solucion a un acertijo mas en sus vidas.
Pasearme por el mundo me es una necesidad, no un lujo. Me gusta desquitarme de cada momento asfixiante donde hay muchas excusas para dar, para compartir. Entonces encuentro, por fin, en medio de la murga, y de personas mas, un momento intimo...
Una lluvia de minutos que ven pasar el sol y la luna, mientras me brindan un momento a solas en medio de tanta gente. Soledad acompañada. Soledad placentera ...
Las palabras aún esperan en la alacena, esperan ver la luz de una conversacion, o la oscuridad de un intercambio vago de balbuceos

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