11/8/09

Algún día habría sido músico. Hubiera aprendido a bordear firmemente cada nota, cada acorde. Tuviera en mi mente melodías que alguien más habría escuchado. Hubiera compartido lo que es ser libre. A cambio escondí lo que ser prisionero significa, dilaté un par de habitaciones perdidas detrás de palabras sin sentido, y me quede con las manos llenas de letras escritas en hojas que no habrían de ser leídas hasta hoy, por última vez, tal vez.
Habría sido músico, de los que disfrutan de cada canción compuesta en soledad, de los que no viven en nubes de heroína, o rincones azufrados, sino de esos que viven perdidos en un pasillo en su casa en compañía de un taburete, o en un callejón acompañados de la luna, con un escuchar atento y un pensar sufrido.
Habría recorrido cada camino lleno de latas, de polvo, cada pensamiento, cada corazón, sin dejar huella alguna… Me habría convertido en un soplón de lágrimas. Hubiera alcanzado a disfrutar de la soledad, hubiera aprovechado mis odios y amores como excusas, y me hubiera convertido en lo que ahora soy sin ser músico. Tan solo un tipo de negras líneas vestido de guitarra y manos, pero mudo, y con el recuerdo fijado a un día, siempre el mismo.

1 comentario:

Claudia dijo...

Si lo yo no hubiese leido esto...
No tendría este gesto de gran satisfacción en el rostro.
Estamos creciendo.
Un saludo. :)